1.- Enséñales a esperar:
No hay nada que afecte más las finanzas personales que los hábitos de consumo, así que los niños deben conocer el valor de las cosas y aprender a no comprar por impulso. Enseñarles que deben esperar para comprar algo y que deberán ahorrar para conseguirlo es un buen lugar para empezar.
2.- Muéstrales las herramientas:
Enséñales cómo ahorrar y cómo invertir su dinero. De pequeños es bueno empezar con la alcancía, pero conforme vayan creciendo muéstrales a abrir una cuenta en el banco y como funcionan algunas herramientas de inversión. Los niños son inteligentes, mantenlo simple pero explícales a profundidad.
3.- Hazlos responsables:
Es importante explicarle a los niños que el dinero no es infinito, que una vez que se utiliza no hay más dinero para gastar. Ayúdalos a hacerse responsables de su dinero, dales dinero para la semana y enséñales a hacer un presupuesto para gastarlo.
4.- Disciplina sus gastos:
La clave de las finanzas, como de muchas cosas, está en la disciplina. Como los adultos, deben apegarse a su presupuesto y crear hábitos de ahorro que les permitan comprar lo que quieren. Empieza planteándoles objetivos para cada salida a un centro comercial, como enséñales que sólo van a ir a comprar las cosas que tenían planeadas.
5.- Motívalo a ahorrar:
Una excelente manera de motivar la creación de buenos hábitos es establecer una meta de ahorro y una recompensa. Por ejemplo, crea un plan de ahorro para ellos y diles que duplicarás cada peso que ahorren para comprar su nueva computadora.