Esta semana, los titulares se tiñeron de rojo y hablaron de los “saltos” del dólar. Sin embargo, cuando hacés los deberes y te sentás con la calculadora, este despertar del dólar es el primer bostezo. Lo importante es que no te dejes llevar por la trampa de la nominalidad y estés atento a aprovechar sus oportunidades.
Los tipos de cambio entre $280 y $300 fueron zona de compra y hoy tenemos claro que son parte del pasado. Pero, antes de avanzar en cualquier sentido, tenemos que entender que no podemos guiarnos por la nominalidad.
Así como debemos controlar nuestras inversiones en niveles porcentuales, también tenemos que ver que un salto de $20 cuando el dólar estaba $200, representó un 10% de aumento y, hoy, ese mismo salto de $20 con un dólar en $300, representa solo 6,6% (20/300= 6,6%).
La jet-lag que genera la velocidad de la inflación en nuestra percepción de precios y el atraso de ingresos puede hacer parecer que eso es mucho, pero en realidad, a pesar de que el titular hable de valores nominales y escriba números rojos, la variación son sencillamente 3, 4 o 5 pesos.
Algo similar pasa cuando hablamos de la inflación. Daría la impresión que, en la percepción popular, dejó de medirse en términos anuales y cada vez es más común escuchar de la inflación mensual. Como si nos hubiésemos habituado a las tasas de 100% al año, ahora pasamos a hablar de 6% mensual, por ejemplo.
El salto del dólar de estas semanas luego de meses de letargo, mostró el riesgo que solemos tener en cuenta a la hora de armar una cartera en pesos. Quien vendió dólares para hacer un plazo fijo u otras colocaciones, recibió un latigazo cambiario en su cartera.
La bicicleta financiera tiene sus pros, pero también contras. Por eso siempre es importante que, mientras haya mayor riesgo, más inteligente debe ser tu diversificación.
La idea de estar posicionarse en pesos en instrumentos de renta fija que no son dollar linked, esperando que el billete no se mueva al alza (y ganar así la tasa final en moneda dura) tiene riesgos. Estamos viendo actuar al principal: cuando de golpe el billete sube, todo lo que ese inversor había ganado en 3 meses, se esfuma en una semana.
Es un buen negocio, pero errar en el timming cuesta caro.
Se acerca el final del año y muchos inversores buscan traer los dólares que poseen en el exterior para dejarlos en cuentas de Argentina por una cuestión de reducción impositiva. Esto puede hacer que, hacia final de año, este movimiento masivo de capitales reste algo de presión en los dólares, particularmente al Contado con Liquidación (CCL).
Pero, más allá de esto, el escenario base no cambia y la tendencia de fondo se mantiene, sobre todo por la falta de medidas que controlen el gasto, la inflación y, en consecuencia, el déficit.
Fuente: informe de reserch de Inviu.com
El dólar blue, por su parte, ronda los $320 y puede considerarse caro o barato según quien lo mire.
Si lo comparamos con el dólar Qatar (gastos con tarjeta de mas de USD 300 en el exterior), que cotiza en $345, parece barato. Pero si lo comparamos con el dólar MEP, que está en los $ 315, parece caro (esto sin entrar en detalles de los recuperos impositivos que estos dólares pueden brindar a quien pague ganancias o bienes personales).
Para compartir un poco la calma, nuevamente se escuchan rumores de un posible acuerdo con Estados Unidos para que Argentina pueda conocer los nombres de las personas que tengan cuentas bancarias allí (solo los nombres) y esto puede traer más acciones del “pragmatismo” de Massa.
De cerrarse este acuerdo (que buscará “cazar” dinero no declarado), existirá una ventana para que quienes lo tengan puedan informarlo, pagando un impuesto mínimo sin penalidades, lo que sumaría ingresos por el cobro de impuestos.
También se habla de un blanqueo para que las empresas importadoras puedan hacer lo mismo con sus propios dólares (no declarados) para el año 2023.
Considerando que todos los gobiernos crearon blanqueos para la construcción, esta novedad es creativa. Aunque si tenés todo declarado y pagas tus impuestos, lamento decirte que por ahora no tendrás ningún beneficio.
Esto es lo que estuvo sucediendo con el dólar en esta semana. Un sector que estaba relativamente quieto está teniendo movimiento por parte de los operadores y también por parte del gobierno.
Como sabemos, los movimientos del dólar en Argentina ponen a los inversores alertas, porque generan tantos riesgos como oportunidades.
Por nuestra parte, en las carteras que consideramos con clientes invité a sumar renta fija atada al dólar para escapar de los riesgos pero mantenernos expuestos al rebote argentino.
Gastón Lentini